Vivir más y mejor: la ciencia ya avanza hacia la "tercera juventud"
En las últimas cuatro décadas, la expectativa de vida creció 20 años. La medicina busca que los adultos mayores se mantengan saludables para que disfruten de esa etapa con autonomía e independencia. Clarín.com Mariana Iglesias
En las últimas cuatro décadas la expectativa de vida aumentó 20 años. Hay casi cinco millones de argentinos con más de 65 años, algo así como el 14 por ciento de la población. Y la imagen que transmiten no es la de los clásicos abuelos achaca dos, sino la de gente con ganas y energía para seguir produciendo, trabajando, riendo, pasándola bien.
Se la comenzó a llamar tercera juventud en lugar de tercera edad. Y la ciencia y la medicina son los mayores responsables de este cambio de paradigma. De todas maneras, y antes de comenzar a detallar los nuevos beneficios pensados para este numeroso y vigoroso grupo, se impone una aclaración: en Argentina la mayoría de los jubilados es pobre.
Es decir, no pueden acceder a ninguno de estos adelantos que ofrecen la ciencia y la medicina en la actualidad. "El 80 por ciento de nuestros viejos cobra la jubilación mínima, que es mucho menos del valor de la canasta básica", se queja Isidoro Fainstein, presidente de la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría. La jubilación mínima de hoy es de 530 pesos.
Hecha la aclaración, se puede ver cómo hay una gran preocupación a nivel mundial por mantener saludables a estos adultos mayores, ya que son millones. "Con el envejecimiento hay prejuicios milenarios, por eso se perdió tanto tiempo, pero hoy la ciencia hizo un cambio radical.
De todas maneras, la problemática no es el envejecimiento sino la longevidad, que es la que estira el envejecimiento. Y hoy hay una avalancha de longevidad", dice Juan Hitzig, especialista en biología del estrés y envejecimiento. Hitzic —autor del libro "Cincuenta y tantos"— hace una diferenciación: "Desde lo biológico, el envejecimiento es un proceso no ligado a la enfermedad y sí a la autonomía y a la independencia. En cambio la vejez está unida a la discapacidad y dependencia. Por eso el fin es lograr vidas largas y muertes cortas".
Hace tiempo que se sabe que hay factores de riesgo que contribuyen a acelerar el envejecimiento: el colesterol, la hipertensión y la diabetes producen una discordancia entre la edad biológica y la cronológica. Pero hoy, además, se habla de la "biología del envejecimiento": ya se sabe por qué las células envejecen, que hay genes que condicionan el envejecimiento, y que los disbalances hormonales son detonantes neuronales, vasculares y celulares.
"Hoy la mala sangre tiene fórmula", dice Hitzig: mucha adrenalina, poca serotonina, mucho cortisol, poca dhea.
La buena sangre es al revés. "Hay que concientizar a la gente para que no tenga miedo a esta nueva etapa que da la expectativa de vida actual. Se debe apostar a seguir creciendo, aprendiendo, a estar conectado con el mundo y la realidad. Hay que mantener las neuronas conectadas, tener vínculos y redes externas, que son las que incentivan las redes internas de lo psicológico, inmunológico, endocrinológico y neuronal. Hay que expresar los afectos, y hacer sentir que se es una persona interesante, con cosas para decir. Eso fortalece la autoestima", dice Graciela Zarebsky, directora de la especialización en Psicogerontología de la Universidad Maimónides.
De todas maneras, también hay fórmulas para "suavizar" los efectos del envejecimiento: "Hay todo un arsenal farmacológico para los tratamientos", dice Hitzig. Y detalla. Habla de restitución hormonal: el organismo deja de producir ciertas hormonas ya sea por la edad o por el estrés, entonces se hace un rebalanceo con tiroides, insulina, testosterona, dhea (el "estado" hormonal se mide con un análisis de sangre). También están los antioxidantes: vitaminas A, C y E, para cuidar a las células de los daños producidos por el oxígeno. Además, reconstituyentes neuronales (de productos naturales o psicofármacos), protectores arteriales; y activadores musculares. La mayoría de estos tratamientos no están cubiertos por prepagas ni obras sociales. "Ese es un gran error. El 80% de los gastos en salud pública en la segunda parte de la vida es para gente que se muere en menos de un año —asegura Hitzig—. Por eso, el gran negocio es prevenir". Estar activo, ése es el secreto" La energía de Lina es inagotable. Va, viene, va, viene. Pero, dice, es la mejor manera para estar joven a los ochenta y... pico.
"La actividad es lo que nos mantiene vivos.
A mí eso de sentarse frente al televisor a ver la novela no me va, me deprime. No puedo estar sentada ni un minuto. Además, me gusta sentirme útil", dice. Todo en Lina Tatti lleva a desmentir cualquier estereotipo de edad. Trabajaba cuando muy pocas mujeres lo hacían: fue secretaria de dos hermanos médicos; se casó bien grande, después de los 40, cuando eso era toda una rareza. Y "lo más audaz": ¡Quedó embarazada a los 46! Mientras el resto de las mujeres de su edad se preparaban para ser abuelas, ella acariciaba su panza con su primer bebé: Mariana. "Todos decían que era peligroso por mi edad. No había ecografías, pero todo salió bien. El único cuidado fue la cesárea porque un parto natural podía ser muy riesgoso". Aquella hija le dio tres nietos: Joaquín, de 9 años, Ignacio, de 6, y Tobías, de 2. "Me llenan la vida. Los cuido, los baño, les doy de comer, los llevo a la escuela". Lina enviudó y al tiempo volvió a enamorarse de su primer novio de juventud, también viudo. El amor terminó en casamiento. Lina tenía 70. Ahora es viuda otra vez, pero no vive sola: "De ninguna manera, me gusta estar acompañada, y más de gente joven", dice, y cuenta que ahora vive con dos sobrinas nietas de 9 de Julio que estudian acá. Lina hace compras, cocina. Va al cine, a comer afuera, y no se pierde verano en Mar del Plata.
"Estar activo, ése es el secreto", repite. Habrá que creerle. Lo que traen los años Silvina Heguy sheguy@clarin.com El crecimiento de la esperanza de vida se debe, principalmente, al descenso de las tasas de mortalidad infantil. En el mundo durante 2005 murieron dos millones menos de chicos que en 1990. Pero este índice no alcanza para asegurar una buena vida.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo mide el avance de los países en un índice que incluye, además de los años que posiblemente vivirá una persona, el acceso a la educación y el "nivel de vida digno". El ítem refleja el ingreso de la gente. Si en la Argentina la mayoría de los jubilados cobra un monto que no alcanza para las necesidades básicas, la desigualdad entre ricos y pobres se acentúa con los años. Y unos pocos disfrutan por muchos. 5 millones de argentinos tienen más de 65 años.
En la actualidad, este grupo representa el 14 por ciento de la población total del país. 80 por ciento de los cuatro millones y medio de jubilados argentinos cobran la jubilación mínima: $ 530 pesos, que no llega a cubrir la canasta básica, $ 915,51.
Las técnicas que ayudan a verse bien
"Hay de todo para hacer. El arte está en la combinación", dice María Luisa Rijana, cirujana plástica, presidenta de la Asociación Argentina de Clínica Estética, directora del Curso Oficial de Posgrado de la Especialización en Clínica Estética de la UBA. A elegir: Tratamientos con péptidos y polipéptidos: grupos de aminoácidos que se aplican de distintas maneras (máscaras, cremas, sueros o inyectables). Su efecto es similar al botox: provoca una relajación muscular leve en el rostro que logra borrar las arrugas de expresión. Estos tratamientos pueden durar un mes, y cuestan alrededor de 2.000 pesos. Rellenos con hidrogeles: al ser productos sintéticos no son alergenos. Se usan para rellenar rostros y también para borrar la celulitis. Los tratamientos están en 1.500 pesos. Antioxidantes: ácidos grasos esenciales. Cremas que se aplican con moldes de cada rostro, así se ataca hasta la última arruga. Tratamiento de un mes, a 2.000 pesos. Hilos de sustentación: hechos de polímeros. Se pueden levantar cejas, mejillas, párpados, cuello, glúteos. Es como un lifting invisible. Cada parte se hace en una sola sesión, y cuesta unos 4.500 pesos.
LOS ARGENTINOS MAYORES DE 65 Y CON PODER ADQUISITIVO, LAS NUEVAS ESTRELLAS DEL MARKETING Ahora hablan del "senior boom", la próxima revolución en el consumo Hasta mediados de siglo pasado, sólo los adultos de mediana edad eran considerados consumidores. Luego la juventud se posicionó en el foco del marketing, más tarde los adolescentes, los más pequeños. Y ahora el mercado descubre que estos adultos mayores pueden ser grandes consumidores que se premian luego de una vida de trabajo, y llenan de regalos a hijos y nietos. "Mayor expectativa y calidad de vida determinan grandes cambios en el ciclo de vida. La población tiende a envejecer y el segmento senior group es cada vez más voluminoso y decisivo en los mercados. Pagan por productos premium a cambio de calidad y beneficios para la salud. Valoran las novedades, los viajes, el placer.
Tienen mejor perspectiva de vida que las generaciones precedentes —dice Mariela Mociulsky, analista de tendencias de la consultora CCR—. Con la extensión de la expectativa de vida, se modifica la configuración de las distintas etapas: reconfiguración de la niñez, la adolescencia, la adultez, la madurez y la vejez implican nuevas formas de apelación de productos y servicios. No sólo lo demográfico sino también lo actitudinal implica nuevos perfiles de consumo que hay que saber interpretar para resultar relevantes", explica Mociulsky. "En cuanto a la tradicionalmente considerada madurez, hoy encontramos que antes se produce una segunda juventud en el caso de los targets más afluentes económicamente. Lejos de la presión de la crianza de hijos y la conformación de una familia, los senior group dedican gran parte de sus ingresos al bienestar, al turismo, a la decoración y al cuidado personal.
La consideración de la vejez como una etapa de pasividad o actividad, de clausura o de comienzo, de be lleza y potencial, son construcciones sociales no naturales. Gracias al crecimiento de este segmento es probable que la reconfiguración de la percepción de la vejez en general extienda los significados de juventud, vitalidad y salud, cada vez más", agrega Mociulsky. Algunas proyecciones sobre el Senior boom: "Esta revolución marcará los próximos 30 años. Son personas que valoran sentirse vivos, disfrutar, divertirse y ser parte de la experiencia. Usan la información y los medios de manera diferente. Y valoran las novedades".
En las últimas cuatro décadas, la expectativa de vida creció 20 años. La medicina busca que los adultos mayores se mantengan saludables para que disfruten de esa etapa con autonomía e independencia. Clarín.com Mariana Iglesias
En las últimas cuatro décadas la expectativa de vida aumentó 20 años. Hay casi cinco millones de argentinos con más de 65 años, algo así como el 14 por ciento de la población. Y la imagen que transmiten no es la de los clásicos abuelos achaca dos, sino la de gente con ganas y energía para seguir produciendo, trabajando, riendo, pasándola bien.
Se la comenzó a llamar tercera juventud en lugar de tercera edad. Y la ciencia y la medicina son los mayores responsables de este cambio de paradigma. De todas maneras, y antes de comenzar a detallar los nuevos beneficios pensados para este numeroso y vigoroso grupo, se impone una aclaración: en Argentina la mayoría de los jubilados es pobre.
Es decir, no pueden acceder a ninguno de estos adelantos que ofrecen la ciencia y la medicina en la actualidad. "El 80 por ciento de nuestros viejos cobra la jubilación mínima, que es mucho menos del valor de la canasta básica", se queja Isidoro Fainstein, presidente de la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría. La jubilación mínima de hoy es de 530 pesos.
Hecha la aclaración, se puede ver cómo hay una gran preocupación a nivel mundial por mantener saludables a estos adultos mayores, ya que son millones. "Con el envejecimiento hay prejuicios milenarios, por eso se perdió tanto tiempo, pero hoy la ciencia hizo un cambio radical.
De todas maneras, la problemática no es el envejecimiento sino la longevidad, que es la que estira el envejecimiento. Y hoy hay una avalancha de longevidad", dice Juan Hitzig, especialista en biología del estrés y envejecimiento. Hitzic —autor del libro "Cincuenta y tantos"— hace una diferenciación: "Desde lo biológico, el envejecimiento es un proceso no ligado a la enfermedad y sí a la autonomía y a la independencia. En cambio la vejez está unida a la discapacidad y dependencia. Por eso el fin es lograr vidas largas y muertes cortas".
Hace tiempo que se sabe que hay factores de riesgo que contribuyen a acelerar el envejecimiento: el colesterol, la hipertensión y la diabetes producen una discordancia entre la edad biológica y la cronológica. Pero hoy, además, se habla de la "biología del envejecimiento": ya se sabe por qué las células envejecen, que hay genes que condicionan el envejecimiento, y que los disbalances hormonales son detonantes neuronales, vasculares y celulares.
"Hoy la mala sangre tiene fórmula", dice Hitzig: mucha adrenalina, poca serotonina, mucho cortisol, poca dhea.
La buena sangre es al revés. "Hay que concientizar a la gente para que no tenga miedo a esta nueva etapa que da la expectativa de vida actual. Se debe apostar a seguir creciendo, aprendiendo, a estar conectado con el mundo y la realidad. Hay que mantener las neuronas conectadas, tener vínculos y redes externas, que son las que incentivan las redes internas de lo psicológico, inmunológico, endocrinológico y neuronal. Hay que expresar los afectos, y hacer sentir que se es una persona interesante, con cosas para decir. Eso fortalece la autoestima", dice Graciela Zarebsky, directora de la especialización en Psicogerontología de la Universidad Maimónides.
De todas maneras, también hay fórmulas para "suavizar" los efectos del envejecimiento: "Hay todo un arsenal farmacológico para los tratamientos", dice Hitzig. Y detalla. Habla de restitución hormonal: el organismo deja de producir ciertas hormonas ya sea por la edad o por el estrés, entonces se hace un rebalanceo con tiroides, insulina, testosterona, dhea (el "estado" hormonal se mide con un análisis de sangre). También están los antioxidantes: vitaminas A, C y E, para cuidar a las células de los daños producidos por el oxígeno. Además, reconstituyentes neuronales (de productos naturales o psicofármacos), protectores arteriales; y activadores musculares. La mayoría de estos tratamientos no están cubiertos por prepagas ni obras sociales. "Ese es un gran error. El 80% de los gastos en salud pública en la segunda parte de la vida es para gente que se muere en menos de un año —asegura Hitzig—. Por eso, el gran negocio es prevenir". Estar activo, ése es el secreto" La energía de Lina es inagotable. Va, viene, va, viene. Pero, dice, es la mejor manera para estar joven a los ochenta y... pico.
"La actividad es lo que nos mantiene vivos.
A mí eso de sentarse frente al televisor a ver la novela no me va, me deprime. No puedo estar sentada ni un minuto. Además, me gusta sentirme útil", dice. Todo en Lina Tatti lleva a desmentir cualquier estereotipo de edad. Trabajaba cuando muy pocas mujeres lo hacían: fue secretaria de dos hermanos médicos; se casó bien grande, después de los 40, cuando eso era toda una rareza. Y "lo más audaz": ¡Quedó embarazada a los 46! Mientras el resto de las mujeres de su edad se preparaban para ser abuelas, ella acariciaba su panza con su primer bebé: Mariana. "Todos decían que era peligroso por mi edad. No había ecografías, pero todo salió bien. El único cuidado fue la cesárea porque un parto natural podía ser muy riesgoso". Aquella hija le dio tres nietos: Joaquín, de 9 años, Ignacio, de 6, y Tobías, de 2. "Me llenan la vida. Los cuido, los baño, les doy de comer, los llevo a la escuela". Lina enviudó y al tiempo volvió a enamorarse de su primer novio de juventud, también viudo. El amor terminó en casamiento. Lina tenía 70. Ahora es viuda otra vez, pero no vive sola: "De ninguna manera, me gusta estar acompañada, y más de gente joven", dice, y cuenta que ahora vive con dos sobrinas nietas de 9 de Julio que estudian acá. Lina hace compras, cocina. Va al cine, a comer afuera, y no se pierde verano en Mar del Plata.
"Estar activo, ése es el secreto", repite. Habrá que creerle. Lo que traen los años Silvina Heguy sheguy@clarin.com El crecimiento de la esperanza de vida se debe, principalmente, al descenso de las tasas de mortalidad infantil. En el mundo durante 2005 murieron dos millones menos de chicos que en 1990. Pero este índice no alcanza para asegurar una buena vida.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo mide el avance de los países en un índice que incluye, además de los años que posiblemente vivirá una persona, el acceso a la educación y el "nivel de vida digno". El ítem refleja el ingreso de la gente. Si en la Argentina la mayoría de los jubilados cobra un monto que no alcanza para las necesidades básicas, la desigualdad entre ricos y pobres se acentúa con los años. Y unos pocos disfrutan por muchos. 5 millones de argentinos tienen más de 65 años.
En la actualidad, este grupo representa el 14 por ciento de la población total del país. 80 por ciento de los cuatro millones y medio de jubilados argentinos cobran la jubilación mínima: $ 530 pesos, que no llega a cubrir la canasta básica, $ 915,51.
Las técnicas que ayudan a verse bien
"Hay de todo para hacer. El arte está en la combinación", dice María Luisa Rijana, cirujana plástica, presidenta de la Asociación Argentina de Clínica Estética, directora del Curso Oficial de Posgrado de la Especialización en Clínica Estética de la UBA. A elegir: Tratamientos con péptidos y polipéptidos: grupos de aminoácidos que se aplican de distintas maneras (máscaras, cremas, sueros o inyectables). Su efecto es similar al botox: provoca una relajación muscular leve en el rostro que logra borrar las arrugas de expresión. Estos tratamientos pueden durar un mes, y cuestan alrededor de 2.000 pesos. Rellenos con hidrogeles: al ser productos sintéticos no son alergenos. Se usan para rellenar rostros y también para borrar la celulitis. Los tratamientos están en 1.500 pesos. Antioxidantes: ácidos grasos esenciales. Cremas que se aplican con moldes de cada rostro, así se ataca hasta la última arruga. Tratamiento de un mes, a 2.000 pesos. Hilos de sustentación: hechos de polímeros. Se pueden levantar cejas, mejillas, párpados, cuello, glúteos. Es como un lifting invisible. Cada parte se hace en una sola sesión, y cuesta unos 4.500 pesos.
LOS ARGENTINOS MAYORES DE 65 Y CON PODER ADQUISITIVO, LAS NUEVAS ESTRELLAS DEL MARKETING Ahora hablan del "senior boom", la próxima revolución en el consumo Hasta mediados de siglo pasado, sólo los adultos de mediana edad eran considerados consumidores. Luego la juventud se posicionó en el foco del marketing, más tarde los adolescentes, los más pequeños. Y ahora el mercado descubre que estos adultos mayores pueden ser grandes consumidores que se premian luego de una vida de trabajo, y llenan de regalos a hijos y nietos. "Mayor expectativa y calidad de vida determinan grandes cambios en el ciclo de vida. La población tiende a envejecer y el segmento senior group es cada vez más voluminoso y decisivo en los mercados. Pagan por productos premium a cambio de calidad y beneficios para la salud. Valoran las novedades, los viajes, el placer.
Tienen mejor perspectiva de vida que las generaciones precedentes —dice Mariela Mociulsky, analista de tendencias de la consultora CCR—. Con la extensión de la expectativa de vida, se modifica la configuración de las distintas etapas: reconfiguración de la niñez, la adolescencia, la adultez, la madurez y la vejez implican nuevas formas de apelación de productos y servicios. No sólo lo demográfico sino también lo actitudinal implica nuevos perfiles de consumo que hay que saber interpretar para resultar relevantes", explica Mociulsky. "En cuanto a la tradicionalmente considerada madurez, hoy encontramos que antes se produce una segunda juventud en el caso de los targets más afluentes económicamente. Lejos de la presión de la crianza de hijos y la conformación de una familia, los senior group dedican gran parte de sus ingresos al bienestar, al turismo, a la decoración y al cuidado personal.
La consideración de la vejez como una etapa de pasividad o actividad, de clausura o de comienzo, de be lleza y potencial, son construcciones sociales no naturales. Gracias al crecimiento de este segmento es probable que la reconfiguración de la percepción de la vejez en general extienda los significados de juventud, vitalidad y salud, cada vez más", agrega Mociulsky. Algunas proyecciones sobre el Senior boom: "Esta revolución marcará los próximos 30 años. Son personas que valoran sentirse vivos, disfrutar, divertirse y ser parte de la experiencia. Usan la información y los medios de manera diferente. Y valoran las novedades".
hola!! hey podrias hablar un poco sobre el acido hialuronico ???
ResponderEliminarporque vi informacion sobre esto en otras paginas como por ejemplo ESTA